Imprimir

Lo hacía más que nada para estar con mis amigos. Al final de 3° de ESO fumaba cinco a seis porros por día, remplazaban el cigarrillo. Después

hice mezclas, con todo lo que caía en mis manos. Para nosotros es algo normal, a mi alrededor veo muchas personas que han caído en eso. Algunos siempre están colocados pero no parece molestarlos, salvo que para los estudios no mola. A menudo no prestamos atención a los que no son como nosotros y no saben nada. Ya repetí de curso dos veces. Mis padres no saben que tomo todo eso, nunca hablamos del tema. De hecho no hablamos mucho…

Un alumno de 1° del Bachillerato.