Se habla cada vez más de agresiones entre jóvenes, entre jóvenes y adultos, de violencia física y verbal en el seno de la familia, en los establecimientos escolares, en la sociedad… La droga conduce a la violencia.
Infancia Sin Droga solicita que se busquen sistemáticamente rastros de droga legal e ilegal en todos los casos de agresiones entre jóvenes o entre individuos, así como en los casos de tentativas de suicidio, con el fin de actualizar esa relación entre violencia y consumo de droga.
La publicación de los resultados va a permitir una toma de conciencia de la situación en nuestro país.
En 1968, contenía entre 0,6 y 6% de THC (Tetrahidrocannabinol, principal principio activo). Desde hace varios años, a causa de manipulaciones genéticas, híbridos y cultivos cubiertos, puede contener hasta un 35% de THC. Actualmente, el cannabis consumido por los adolescentes ya no tiene nada que ver con el que los padres han conocido.
Los médicos generalistas son los primero testigos de la toxicomanía. Para más información cliquear aquí.
La mayoría de las drogas permanecen el cuerpo durante años, almacenados en los tejidos grasos.
Durante un esfuerzo o estimulo físico, una caminata, una sesión de deporte, una sensación de miedo, de sorpresa, de excitación, se quema un poco de grasa y pequeñas cantidades de droga son reactivadas en la circulación sanguínea.
Cuando se consume simultáneamente alcohol con cannabis, estos dos productos potencian mutualmente sus efectos.
Existe una práctica hoy en día generalizada, que consiste en asociar alcohol, cannabis, y otra droga. Muchos jóvenes hoy en día practican buscan “colocarse” mediante esta práctica corriente.